El año 2020 ha marcado la vida de todas las personas por la pandemia del COVID-19. Ha significado muchos desafíos para las familias, la industria, la educación, los gobiernos, etc. No hay un sector exento de sus efectos.

En el ámbito educativo, se visibilizó la utilidad y necesidad de las tecnologías en diferentes contextos: gestión, aprendizaje, enseñanza, evaluación, por mencionar algunas. La tecnología de  información ya no era una opción, sino una necesidad. De la mano de la alta demanda, surgieron diferentes tipos de oferta. Para nosotros, fue interesante ser testigos del surgimiento de diversos expertos y emprendimientos en tecnología educativa.

Nosotros nos basamos en nuestro modelo educativo y atendimos, desde nuestros valores, los servicios que nos fueron demandados.

Con humildad profesional y agradecimiento, compartimos nuestras principales lecciones aprendidas:

1. Un modelo educativo sólido y una propuesta de valor clara son clave en la estrategia.
2. Aferrarnos a nuestros valores nos permite tomar mejores decisiones.
3. Desarrollar la capacidad de “aprender a aprender” constantemente.
4. Priorizar lo humano y la calidad educativa en los procesos de innovación disruptiva.
5. Equilibrar seguridad y funcionalidad en el trabajo remoto.
6. Potenciar el trabajo colaborativo y en red.
7. Valorar a las personas que nos acompañan en el viaje de la vida: colaboradores, clientes, proveedores y socios.
8. Respetar la libertad individual y empresarial.

En este año que se visibilizó la tecnología educativa, reafirmamos nuestra misión y visión de “propiciar la calidad educativa a través de la innovación tecnológica” y agradecemos a Dios por el ser y estar en este momento histórico.

¡Que el nuevo año permita transformar desafíos en oportunidades!

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