El retorno a la prespecialidad es un hecho. El 2023 será sin duda, un año en el que no podremos dejar de lado las lecciones aprendidas, los espacios ganados, tanto en materia digital, como en habilidades desarrolladas a través del diseño instruccional y la inclusión.

En el último taller realizado por la doctora Hilda Flores de Summo Ingenio para la Gran Campaña Nacional por la Educación, justamente la temática central fue el diseño del aula del 2023. Y es que a través de una presentación interactiva los docentes y gestores participantes, aportaron desde su experiencia para enfrentar los desafíos educativos próximos.

Como docentes estamos llamados a continuar desarrollando las capacidades del Siglo XXI, estas son: pensamiento crítico, creatividad, trabajo colaborativo, comunicación, carácter, ciudadanía global. Así también es importante el tema de las herramientas digitales, haciendo un uso crítico y estratégico de las mismas, tomando en cuenta las dimensiones de la Competencia digital docente, siendo estas: información y alfabetización informacional, comunicación y colaboración, creación de contenidos digitales, seguridad y resolución de problemas.

El rol del docente y del alumno del futuro, abarca estar listos para la diversidad y para el desarrollo de habilidades que necesitan los educandos, así como para guiar a los estudiantes desde la convicción. En cuanto al profesor, este debe ser diseñador de experiencias, coach, favorecedor del trabajo en equipo, la colaboración, propiciar redes y comunidades de aprendizaje en sus entornos, no es lo mismo para todos, valorar la diversidad, ver que todo lo que nos rodea un espacio para aprender.

Por su parte, los alumnos tienen diversas necesidades educativas. Empezando por su entorno, el cual es diverso, complejo, con barreras; es importante identificar las mismas para contar con estrategias de abordaje para que no afecte el desempeño de los estudiantes, y convertir estas barreras en puentes, que sirvan de enlaces, para resolver y aprender.

El regreso al aula, debe ser mejorado, no retornar de igual manera a lo que estábamos acostumbrados antes, a continuar con la inercia. Ahora el concepto de aula es más amplio, va más allá de las cuatro paredes, es un concepto de comunidad educativa.

Debemos considerar como docente, con qué conocimientos previos recibiremos a los estudiantes. Diseñar nuestra aula contando con los conocimientos que ya tienen tanto los educandos, como los profesores. Durante estos años, hubo algunas situaciones que generaron autonomía, por lo que esto se debe tomar en cuenta para diseñar nuestra aula.

En este taller, se abordó también el concepto de Comunidad de Aprendizaje, donde se involucran a todos los agentes educativos. La doctora Flores insistió en que no debemos perder esta acción: la implicación de otros actores, como los padres, la familia, en el proceso de enseñanza aprendizaje, debemos mantener esta práctica, que ya se ha ganado.

Así también se continuó con el desarrollo de la innovación, entendida como una necesidad, basada en el cambio; esta innovación educativa se hace de manera científica. Qué los profesores no sólo ejecuten planes sino que diseñen experiencias, documenten y participen activamente para encontrar nuevas maneras, metodologías y estrategias.

Se innova en el diseño de experiencias de aprendizaje, porque toda le experiencia educativa es nueva, tiene nuevos desafíos, es diversa, priorizando a los educandos. Estamos en un mundo cambiante, por eso es importante prepararnos, abrirnos a la experiencia actual. Lo tecnológico puede ser una gran herramienta, pero no es la única, debemos buscar otras maneras de implementar estrategias, metodologías, adaptaciones, siempre en pro de los estudiantes. Es importante incorporar estrategias socioemocionales, que pueden acompañar a todos los saberes que sugieren los planes de estudio.

El taller finalizó con la elaboración de un recurso interactivo donde aparecían los rubros necesarios para el diseño del aula del 2023, así como recursos de cada uno de los temas priorizados para tomar en consideración y estar preparados como docentes para elaborar diseños adaptados, adecuados en aras a favorecer a nuestros estudiantes que regresan a las aulas escolares.

En suma, la doctora Flores enfatizó en dos ideas fundamentales: la primera fue no olvidar el componente humano en la educación. Y la segunda, que el proceso de diseño es algo vivo, al que le debemos hacer los ajustes necesarios para no comprometer el proceso de enseñanza aprendizaje, si fuera necesario.

Créditos de las imágenes: CANVA