¿Cómo creamos conexión con las emociones de los estudiantes? ¿De qué forma se da un acercamiento a temas diversos que pueden ser complejos? ¿Cómo conectamos con experiencias y mover afectos? Estas preguntas pueden ser respondidas mediante el uso de una herramienta que, valiéndose de las palabras crea historias, con objetivos o intenciones determinadas, y deja un llamado a la acción, estamos hablando del storytelling para el aprendizaje.

Y es que, partiendo del Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA) la forma de enseñar y aprender puede ser tan diversa como seres humanos habitamos en la Tierra, la idea es considerar las necesidades particulares de cada persona, honrar los criterios de comunicación y expresión y actuar en consecuencia.

De esa cuenta, es que el storytelling, se torna en una herramienta que le permite a docentes y estudiantes, crear, despertar la imaginación, tocar emociones, a través del arte de contar una historia. En educación, el storytelling tiene algunos criterios a tomar en cuenta para que cumpla con los objetivos que pretendemos como docentes.

El primero, es la intención que queremos lograr con la historia. No podemos únicamente delegar la tarea de escribir una historia al azar, sin saber claramente qué se pretende alcanzar. Con un objetivo claro, direccionamos los esfuerzos para obtener los resultados deseados de aprendizaje.

Segundo, necesitamos contar con una situación, que abarque: inicio, nudo y desenlace. La historia debe conectar con alguna o varias emociones, establecer un entorno, delinear personajes, llegar a un conflicto y darle solución al mismo, resolver el problema o la dificultad.

Como tercer criterio, es necesario tener claras las características de la audiencia a la que nos dirigimos. Esto ayudará a que utilicemos el lenguaje adecuado, el tono oportuno y pertinente, en el desarrollo de la historia que se crea.

Se enlaza también el cuarto criterio, que es tener una estructura que ordene ideas y no deje de lado elementos importantes para la narrativa. El establecimiento de la estructura es factible plasmarla con el apoyo de herramientas manuales en un entorno físico, como cartulinas, hojas, papeles varios, entre otros; o bien electrónicos, a través de plataformas tales como Canva, Genially, Imagistory, Easy Studio, y muchas más.

Por último, se tiene el llamado a la acción. Además de la conexión con emociones mediante historias, la idea es dejar el ánimo para hacer, resolver, descubrir. Concretar una secuencia didáctica para enlazar conocimiento a la siguiente unidad conceptual. Despertar la curiosidad como ancla para un próximo conocimiento.

La creación de una historia, puede hacerse de manera colaborativa, para unificar a los grupos y hacerlos partícipes de un ideario común. También utilizando plataformas virtuales o mediante el contacto físico entre pares y la convivencia que se da de forma autónoma.  

Desde Summo Ingenio, se ha facilitado un taller virtual, en apoyo a la Gran Campaña Nacional por la Educación, en el que, de manera participativa, se elaboraron bosquejos de historias diversas, identificando: intenciones educativas u objetivos, personajes, contextos, objetos, así como la integración de procesos de aprendizaje, enseñanza y evaluación.

Las encargadas de dicho taller fueron la doctora Hilda Flores, directora general de Summo Ingenio y la licenciada Alejandra Valverde, desarrolladora de talento humano, transformación organizacional y liderazgo empresarial; quiénes honraron cada forma de expresión del personal educativo participante. Puede acceder al taller completo en: https://fb.watch/gdqk6PQ_uW/ En suma, el storytelling es una herramienta que hace valer las emociones, sentimientos, imaginarios individuales y sociales, y despierta la imaginación de alumnos y docentes, para alcanzar diversos objetivos de enseñanza; tomando en cuenta las múltiples formas de representación que plantea el DUA, para que el medio no sea un obstáculo, sino que se plantee accesible a las necesidades de cada ser humano susceptible de aprendizaje.

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